¿Quién intentó asesinar al alcalde?

Ahora nos puede sorprender, pero lo cierto es que el nivel de violencia que existía en la sociedad de nuestros pueblos hace apenas un siglo era bastante terrible. Con solo echar un vistazo a los periódicos de la época esto queda claro: asesinatos, ataques, robos... No existía una autoridad fuerte, ni apenas seguridad, y no estamos tan lejos en fechas de la España de los bandoleros. 



Esta reflexión viene a colación de la siguiente historia que os voy a contar sobre Salmoral allá por finales, en esta ocasión, del siglo XIX. 

Pero primero, como siempre antecedentes. En Salmoral en las últimas décadas del siglo XIX se había vivido una revolución, un motín en contra de las expropiaciones de bienes comunales y su venta al mejor postor, que solían ser, y fueron, los hombres fuertes del pueblo. 

Esta situación político-económica siguió enquistada hasta las elecciones del año 1905 cuando el enfrentamiento entre los partidarios de esos hombres fuertes del pueblo y los liberales acabó con el cura en el banquillo y con la intervención de los diputados provinciales de Peñaranda para calmar los ánimos. Intervención que, sospechamos, vino a ser un apaño en el que se acalló al bando del médico y el alcalde, con no sabemos qué artimañas. 

Bien, pues antes de estos hechos referenciados hay otras noticias que vienen a decirnos que la historia comenzó a gestarse mucho antes. En otra generación incluso. 

Es el caso de los intentos de asesinato que sufrió el alcalde Celestino Méndez en dos ocasiones. La primera vez en 1878. Sucedió en la dehesa de Migalvín (o Migalbín) en el término municipal de Cabezas del Villar cuando don Celestino recibió una puñalada en el pecho, de la que se recuperó en la alquería de dicha dehesa. Así lo refiere la Voz de Peñaranda en su edición de unos días después. 

Años después, en 1895, unos individuos lo atacaron en el camino de Salmoral a Peñaranda, infiriéndole una herida en la cabeza con una pistola. 

Si no me equivoco, Celestino Méndez fue el padre de Emeterio Méndez, que a su vez fue el padre de Eleuterio Méndez. Tres generaciones de alcaldes de Salmoral en tiempos convulsos y peligrosos. 


Seguiremos informando. 




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