Breve historia del apellido Arrimadas en Salmoral

Escribo esto con todo el respeto del mundo, conste en acta, a sabiendas de que lo que cuente aquí para los principales interesados no será novedad porque, imagino, sabrán bien de dónde viene su historia familiar. Pero en mi búsqueda del origen del apellido Caballo he ido encontrando actas referidas a los Arrimadas. Es lo que tiene no apellidarse ni García ni Plaza ni Nieto, que se destaca. Además siempre aparecen los primeros en los índices de los libros de registros y era inevitable echar un ojo. :)

Todo comienza, de nuevo, a finales del siglo XIX. Apunto aquí que la ley del Registro Civil es de 1871 y que, por tanto, los libros del Ayuntamiento empiezan en ese año. Para búsquedas más pretéritas hay que acudir a los libros de partidas de la Iglesia, que están en el Obispado de Salamanca.

Pero a lo que íbamos. La primera partida que se encuentra referida a un Arrimadas es la de matrimonio de Telesforo Arrimadas Alconada e Inés Martín. Una boda que se celebró en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción el 20 de noviembre de 1872 y que fue oficiada por el cura de Malpartida (Juan María González) por encargo del cura rector de la parroquia de Salmoral, don Santiago Arrimadas. 

Telesforo Arrimadas era natural de Mazuecos de Campo, en la provincia de Palencia, y se casó, como decíamos, con la salmoraleña Inés Martín. Murió en 1922 a los 75 años de edad y en ese momento le vivían cinco hijos: María, Lorenzo, Segundo, Santiago y Mariana. 

Lorenzo se casó en los últimos años del siglo XIX con Isabel Alonso, natural de Bóveda del Río Almar. Tuvieron varios hijos: Nemesio, Vicenta María Adelaida, Inés (que murió de pulmonía en 1911), Rufino, Mercedes (murió de gripe a los dos años en 1918) y Eustaquio Santiago (1910). Este último se casó con Marina García Martín, y son los padres de Rufino, el padre a su vez de Inés, Inés Arrimadas.

Eustaquio, que también fue secretario del Ayuntamiento, murió en 1946 con solo 36 años, dejando tres hijos: el mencionado Rufino, Lorenzo y Santiago. 

Para finalizar, como dato curioso, Telesforo Arrimadas actuaba muchas veces como testigo en las partidas de nacimientos y defunciones que su hijo registraba en el Ayuntamiento. Así, fue testigo por ejemplo, en el registro del nacimiento de mi abuela, Cecilia. Y a su vez, mi bisabuelo Sebastián Hernández Galán fue testigo en la partida de defunción de Eustaquio.